Tips para el "Buen" Escritor. Parte 2.

Decíamos que, para el dramaturgo telenovelero, "escribir bien" es conseguir una gran audicencia. Mientras más gente te vea, más éxito tienes y "mejor" escribes. Desde luego, los éxitos no dependen solamente de la historia, los personajes o los diálogos (los tres elementos del drama, según Eric Bentley: plot, character and dialoge). 

Las variables que inciden en un éxito de audiencia pueden ser muchas. Quien pueda manipular esas variables se convertirá en un genio. ¿Por qué tuvo tanto éxito "El Premio Mayor" o "La Fea más Bella"? ¿Por qué no funcionaron tan bien "Mujer de Madera" o "Sueño de Amor"? 

A simple vista parece que, "El Premio" y "La Fea" tienen elementos en común. Primero, la comedia. Segundo, en ambos casos, el personaje central es un ser poco común y marginado de alguna manera. Huicho no puede asimilar correctamente el hecho de volverse millonario de la noche a la mañana: pierde el piso, se vuelve pretensioso y engaña a su amada esposa. La Fea es apocada, limitada, de origen clasemediero y se enamora de un guapo, rico, seguro de sí mismo (y al principio, manipulador y mala leche). Lo interesante es que ninguno de los dos protagonistas es atractivo físicamente, de manera que el público se conecta con facilidad. 

Aunque la telenovela básicamente contiene los mismos elementos en todos los casos (un amor trascendente y poderoso que alguien o algo impide; el triunfo del bien sobre el mal; los problemas derivados de las diferencias socioeconómicas, etcétera), la variación podría estar en la originalidad de los personajes. 

Muchas de las protagonistas de telenovelas (más antiguas) también estaban marginadas de cierta forma; tenían un handicap inicial: un defecto, un problema, una debilidad, una minusvalía (lo que puede generar una conexión con el público). Hubo heroínas jorobadas (Rina), ciegas (Esmeralda, Topacio), pobres (Simplemente María, María Mercedes), y feas...

Continuará...