¿Por qué siempre el amor?
Los abrazo virtualmente desde la ciudad de Madrid, en el
centro de la Península Ibérica. Hace un poco de fío (11 grados C.); son las 6:17
pm. Partimos (mi bella esposa y yo) a la Ciudad Luz el día de mañana. No
reuniremos con los hijos.
Se acercan las fechas navideñas y anhelo que no se depriman
con eso de la depresión de fin de año (“describe un conjunto de
sentimientos de tristeza, ansiedad, o melancolía que
muchas personas experimentan específicamente durante la temporada navideña y de
fin de año”). Deseo que estén bien-juntitos con la familia (en lo posible).
Voy directo con VICENTEBLO (me salto olímpicamente la
frustrante crónica política. De todas maneras, no hay más que ‘más de lo mismo’:
la Shamebaum estuvo en Washington; después, reunió a miles de personas en el Zócalo
de la CDMX [reportan muchas personas más de las que caben físicamente en esa
plancha de cemento]; mismas que fueron llevadas en autobuses pagados por…
¿quién? Los impuestos. Es fascinante tener que pagar de mi dinero [producto de
mi trabajo], camiones para llenar una plaza de aplaudidores).
Pregunta VICENTE: “¿Por qué el amor sigue siendo el elemento
principal de una telenovela? Si hay series en plataformas digitales que mezclan
amor con otros sentimientos para formar la historia, ¿por qué no pueden
llamarse telenovelas?”
Creo que la diferencia entre serie y telenovela tiene menos
que ver con los ‘sentimientos’ y más con la duración; es decir, con la cantidad
de capítulos. Ahora, muchas telenovelas “mezclan el amor con otros sentimientos”
(odio, envidia, avaricia, generosidad, lealtad, etcétera). Aunque, lo cierto es
que el amor (no solo el amor romántico, sino el filial, el fraternal, el amor
al prójimo) es una de las motivaciones centrales del homo sapiens. Por eso es
tan recurrente en los melodramas, dramas, tragedias, farsas y demás. En
telenovela y en muchos otros géneros, el tema es el amor desencontrado (por
ejemplo, en las comedias románticas). Un amor que debe concretarse y que encuentra
un montón de obstáculos para que se logre, para que se consiga…
Tengo que reproducir el texto de don VICENTE sobre mi última
novela: “(…) la terminé de leer. Me pareció una historia con identidad mexicana
y que tiene todos los elementos para comprenderla: una historia de amor, un
conflicto, antagonistas que se oponen a las ideas de los protagonistas, un
lugar donde se desarrolla la historia y acciones, además de un argumento actual
y novedoso por la inteligencia artificial. ¿Crees que El visitante se
puede adaptar a otra locación fuera de México en caso de realizar una serie
inspirada en el libro o no?”
Gracias a Vicente por sus gentiles notas. Revela que no le
gustó el final. Respondo a la pregunta: por supuesto que la historia puede
trasladarse a cualquier lugar del mundo. Estoy esperando el contrato de Hollywood,
jeje…
Me informa don Vicente que las próximas historias estelares
serán campiranas: “Doménica Montero, que estrena el lunes 8 de diciembre
por Univisión, y Mi rival. ¿Crees que cautivarán al público por sus
raíces mexicanas o debieron producir una telenovela de ciudad para programarla
entre las dos campiranas y así no aburrir al televidente?”
Lo que ‘aburre’ es tanto refrito. Doménica es refrito
de Inés Rodena a su vez refriteada por Caridad Bravo Adams. La produjo Valentín
Pimstein en 1978. Aquí un resumen de la IA: “Una exitosa empresaria es
abandonada en el altar y, devastada, decide retirarse a la hacienda de su
familia, donde jura no volver a amar. Allí conoce a un apuesto vecino con un
pasado doloroso, con quien inicia una conflictiva relación marcada por malentendidos,
disputas por tierras y el regreso de su expareja.” Suena mucho a La dueña.
Ahora será Angelique. Y ¿qué creen? Mi rival también fue de Valentín
Pimstein (1973). La historia: madre e hija se enamoran del mismo galán (igual
que Mi pequeña soledad, de 1986).
“Sobre La rosa de Guadalupe se confirmó su continuidad en Las Estrellas
para 2026. Aquí
la nota: ¿Qué opinas de esta noticia?”
¡Es muy buena noticia! Es un formato que ha funcionado; es la
oportunidad de trabajo para actores, escritores y staff; mantiene viva a la
empresa y es un programa positivo, aleccionador.
Dice don GABRIEL REZENDE:
“Tiempo atrás, escribiste en una publicación sobre las
novelas verticales hechas para las redes sociales. La principal emisora de aquí
comenzó a producir algo en ese sentido. La propuesta es crear tramas
melodramáticas, con amores intensos, protagonistas sufridos que enfrentan
terribles villanos, pero que no sean demasiado pesadas. Tramas que transmitan
algún mensaje positivo al espectador. Mininovelas con 50 capítulos de hasta 3
minutos de duración.”
Me referí a ellas, porque adapté mi novela La
rueda de la fortuna al formato vertical. No he recibido noticias. Me dijeron que los
capítulos duran un minuto y que habría 100 capítulos. Es muy interesante,
porque no hay tiempo qué perder: se debe ir al grano y resumir todo lo más
posible. Aquí
está el capítulo 1. Escribí 5.
Dejé algunos asuntos en el tintero y prometo retomarlos
pronto. ¡Escriban, por favor!
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