Actores Buenos y Actores Malos

Queridos e ilustrísimos amigos, lectores, comentaristas. Estuve cuatro días fuera del país, llevando a cabo algunas diligencias de primerísima necesidad, por lo que ofrezco mis más sentidas disculpas. Aquí andamos, otra vez, en el gran Valle de Anáhuac.

Ya no sé cómo agradecer a mi querido y fiel lector, don VICENTEBLO. 

Él, escribe: "La verdad es que me encantan las telenovelas y por eso quiero aprender de escritores como tú. Eres un ejemplo a seguir en el área del guionismo." Ojalá de verdad fuera un "ejemplo a seguir". Tu amabilidad y gentileza no tienen límites, mi querido Vicente. 

Vicente me pregunta por Anahí y si la tendría contemplada para algún personaje. Realmente, eso no lo decido yo. He hecho sugerencias para los productores, pero casi siempre, la última palabra la tiene él. (Aunque, ahorita me acordé que Juan Osorio quería a Omar Chaparro para Una Familia con Suerte y se lo rechazaron desde lo más alto de la jerarquía de Televisa).

 Algunas veces, sobre todo en los personajes secundarios, me preguntaban mi opinión con respecto a tal o cual actriz o actor. La pregunta que siempre hacen los productores es: "¿cuántos capítulos va a tener el personaje?" Es decir, cuando quieres sacar un personaje nuevo, debes considerar su importancia y debes poder decir: "tiene 50 capítulos o diez o cinco". Con eso, te echas la soga al cuello, porque, si no te gusta el personaje, si el público lo rechaza o si la interpretación es errónea, ya te amolaste. Debes darle a la actriz o actor, la cantidad de capítulos que le prometiste. Es bastante lógico, porque, como dicen: "según el sapo es la pedrada": puede resultar que se contrate a la gran luminaria y resulta que el papel es chiquitito...

Continúa el estimadísimo Vicente:

"Me pareció genial tu inspiración para crear a Roxana de la O, super villana. Me acordaste de Don Eugenio de la Peña y su frase: "definitivo". Lo decía con frecuencia en "Soñadoras". Daba miedo." Lo cierto, Vicente es que esa frase la inventó el propio José Carlos. Yo hacía corajes, porque buscaba que siempre la escena terminara "arriba"; que fuera climática. Pero José Carlos Ruiz quería "robar cámara" y estar siempre al final de sus escenas... Así que agregaba: "definitivo"...  

"Ahora que mencionas a Mayrin Villanueva, la recuerdo como Gina en Amigas y Rivales (...) era un personaje que entró avanzada la historia como villana, pero luego se descubre que la estaban amenazando en la trama." Gracias por recordármelo, porque a mí se me había olvidado (je, je)... 

Pregunta Vicente: "¿De tus telenovelas, cuáles son los personajes que más te gustaron escribir y cuáles no te agradaron tanto según su personalidad, si se puede saber?" Esa es una pregunta muy difícil. Porque, algunas veces, te gusta el personaje, pero no te gusta la actriz/actor. Hablé de Sueño de Amor y Betty Monroe; o de Kate del Castillo en Mágica Juventud. También de los desplantes anti-mexicanos de Erick Estrada; o cuando Enrique Roche entraba al set y gritaba: "¿qué digo aquí?" (O sea que no tenía ni idea de su personaje, de la escena que tenía que hacer). Relaté las cosas que decía Andrés García (que yo no sabía escribir específicamente para él); de hecho nunca fue un gran actor. El problema de Elsa Aguirre; los hermanitos extraños y tontos de Volver a Empezar (que me fueron impuestos); lo que hizo Joan Sebastian en Tú y Yo, pintándole el cuerno flagrantemente a Maribel, con la amante de la ficción... 

Es decir, en general, el problema es cuando el actor no proyecta la credibilidad que se requiere. En otras palabras, veo al personaje y, al ser interpretado, lo siento forzado. Cuando tú ves una película o una serie, si la actuación es buena, te "hundes" en la vivencia; o sea, olvidas que es una puesta en escena, que los actores están actuando: tú crees que Stallone es Rocky; tú crees que José Carlos Ruiz es un narcotraficante o que Roxana es una asesina serial. Cuando se logra eso (aunque tú hayas escrito la escena), el actor te convence, te conmueve, te sacude. Si el actor está fuera de personaje; si el productor te lo impuso por alguna razón (muchas veces, ellos quieren "beneficiar" a ciertas actrices), si su representación es errónea, uno como dramaturgo, termina haciendo entripados y termina apagando la televisión.

Jóvenes: les ruego e imploro y suplico que me escriban. ¡Necesito retroalimentación!

Continuará...