Personajes Modernos

Saludo a mis queridas, queridos lectoras, lectores. Lamento mucho haberme tardado 8 días en volver a comentar en esta plataforma: la verdad es que andaba emulando al hipopótamo en la Riviera Maya... 

Mi queridísimo amigo VICENTEBLO hizo el 28 de julio, como es su costumbre (cosa que agradezco), una serie de preguntas que intentaré responder lo mejor posible: "En cuanto al formato y la innovación, ¿qué se le puede perdonar a una protagonista de esta época? En el siglo pasado era imperdonable que la heroína tuviera intimidad con otro personaje que no fuera el héroe." 

Me parece que la heroína o el héroe deben seguir siendo más o menos impecables en cuanto a los valores que la sociedad conserva. Es el caso de la verdad, la honestidad, la compasión. Me parece que los héroes deben ser virtuosos. Sería difícil verlos robando o matando (a menos que fuera en defensa propia o para un fin más "elevado"). En cuanto al sexo, no creo que el ama de casa tradicional en México acepte a una heroína promiscua, pero, evidentemente, ya estamos lejos de la virgen. El melodrama es la lucha del bien contra el mal. Los héroes presentan el bien; los villanos el mal. Además, si los héroes no son virtuosos de alguna manera, no se van a conectar con la audiencia; el público no los va a admirar y por lo tanto va a perder el interés en seguir la historia. Creo que el público tradicional, aunque podría aceptar cierta libertad sexual en la heroína, querría ver a una protagonista que tuviera relaciones sexuales POR AMOR. 

"¿Qué se mantiene y qué ha cambiado en este siglo XXI en los personajes?" VICENTEBLO sigue preguntando. A mí me parece que los personajes se han vuelto más complejos y que es posible tener héroes y heroínas con algunos vicios de carácter (no demasiados). Cuando estaba escribiendo la telenovela para Salvador Mejía (la que congelaron en Televisa), él me decía que el público estaba muy "puritano"; es decir, muy susceptible a temas como la promiscuidad, el incesto o, por ejemplo, que la protagonista (ya madura) tuviera que ver con el héroe sin estar divorciada del esposo.  

"¿El productor elige la historia a versionar del acervo de Televisa o debe pedir permiso al departamento? Ante ese departamento, ¿cómo lograron convencer al departamento de producir los originales que escribiste?"

Como ya he dicho en otras ocasiones, antes, eran otras formas y otros tiempos. Primero, con Emilio Larrosa, una vez que el señor Azcárraga Milmo dio la orden que el piloto de Muchachitas se volviera telenovela, el productor solo iba con el Lic. Murguía (Antes, Vicepresidente de Producción) con el proyecto bajo el brazo y se lo presentaba. Así hicimos 12 telenovelas más. 

Ahora, con el Sr. Osorio y el Sr. Nicandro Díaz, aunque ellos eligen la telenovela que van a refritear (como Una Familia con Suerte o Hijas de la Luna), los proyectos tienen que pasar por una serie de análisis y filtros. Quien tiene las historias y sabe cómo está la situación de los derechos de las telenovelas de Televisa, es el Ing. Eduardo Sepúlveda. El que decide qué hace es el Lic. Jorge Eduardo Murguía...

El gran ERNESTO ESQUIVEL tenía mucho de no escribir. Pero aquí reproduzco sus palabras: "¡No puedo creer que no se hayan interesado en ti, y mucho más si fue por anticuado y telenovelero!" (Bueno, acuérdate, Ernesto, que esa es mi hipótesis. No estoy muy seguro. Solo el Ing. Sepúlveda me dijo que había personas que me consideraban anticuado...

Continúa ERNESTO: "De hecho, hay historias que llaman series cuando su plot es más de una telenovela. ¿Por qué ese miedo al término telenovela?"

Sí, muchas series terminan siendo telenovelas (con menos capítulos y otra velocidad narrativa). Hay otro término nuevo que es el de Macroseries, que son de 50 capítulos).  

Muchas gracias a Vicente y Ernesto. Espero que esta semanita de chapoteo en una alberca con vista al Caribe no los desanime para seguir comentando y preguntando y criticando.

¡Gracias!