¡Feliz Año Nuevo!

Queridas y queridos lectores. Mañana es el último día del año y el 2022 ya asoma sus ojos por el hueco de la puerta del 2021. Deseo que, para este nuevo año, se cumplan sus anhelos con la menor cantidad posible de contratiempos...

Mi querido amigo, don VICENTEBLO, me aclara: "En cuanto a la baja de audiencia de las telenovelas en los últimos tiempos hay intentos de mejorar Contigo Sí. Hace unos días logró 2.6 millones de televidentes y "supuestamente" no funciona."

https://twitter.com/Televisa_Prensa/status/1471968935176069124/photo/1

Bueno, mi querido VICENTE, si ya la empresa se conforma con 2.6 millones es que algo no está muy bien. Ayer, platicaba con algunas personas que me decían: "las telenovelas ya no son como antes". Les pregunté por qué. Me contestaron que, antes, la gente hablaba de las telenovelas importantes; que todo mundo corría a casa para verlas; había polémica; estaba en boca de todos. Hoy en día, no creo que nadie hable de Contigo Sí. Como que se acabó la pasión por las telenovelas. (Uno de mis amigos decía que el problema eran los refritos; la repetición incesante de las mismas historias... ¿será?)

Continúa VICENTEBLO: "En esa versión de Viviana pasa de todo en cada capítulo. Me parece una telenovela entretenida." Te creo, VICENTE. Yo no tendría nada qué decir, porque no la he visto... "... Si las telenovelas que brindan esperanza gustan al público, ¿te gustaría versionar El Premio Mayor en el futuro o prefieres escribir un original que ilusione a la audiencia?"

Como lo he estado repitiendo (quizá demasiado) a lo largo de la historia de este ínclito (famoso) blog: odio los refritos. ¿No creen que se podría diseñar un proyecto nuevo, moderno, controversial que le dé esperanza al mundo?

"¿En qué consiste el trabajo del asesor literario? ¿Recuerdas algún caso especial que su ayuda mejoró el guion que escribías y otro caso en que empeorara la historia?" 

En mi experiencia (quizá es diferente en otros casos), los asesores que me han tocado son, más bien, agentes del productor para controlarme; para bajarme los humos o para perseguir determinadas agendas. A veces, el Sr. Larrosa no estaba de acuerdo con algo y mandaba al asesor a decírmelo. En el caso del Sr. Osorio y la telenovela Una Familia con Suerte, la asesora me presionaba constantemente para que siguiera casi textualmente el original Los Roldán (que a mí me parecía horrible). 

Gracias, LUIS, por decirme que admiras y aprecias mi trabajo. Dice, don LUIS: "Sugiero que si puedes deberías hablar de aquellas locaciones de las telenovelas". ¿Qué quisieras saber? ¿De los viajes en los que participé para grabar las telenovelas?...

"... Por otra parte, recuerdo que en Tú y Yo, en una escena, supuestamente le pica una avispa en el ojo a Casandra y luego se ve la siguiente escena el ojo de ella suuuuuper inflamado, supongo que tuviste que arreglar esto ya justificar el real ataque de la avispa a su ojo."

Gracias, Luis, pero desgraciadamente, no me acuerdo de la avispa. Y, sí, supongo que tuve que justificarlo de alguna manera. 

"A través de googlemaps veo las locaciones: ¿sabes en dónde era la casa de Estela y Tomás Santillana? Parece Lomas..." Ya te quedé otra vez mal, Luis. De lo único que acuerdo es de la grabación de la entrada de la telenovela (que fue, paradójicamente, al lado de TV-AZTECA, en unos edificios nuevos). 

Don LUIS me pregunta sobre el editor literario. La respuesta está en el artículo del 19 de enero de este año, intitulado: "¿Cómo Mantener la Congruencia en una Telenovela?" 

ALEJANDRO IMPERIAL, pregunta (y yo agradezco): "... como guionista que tanta participación tenías en el set, trabajabas de cerca con los actores o tu trabajo se limitaba a escribir y ya?"

Depende de la época, tocayo. Cuando trabajaba con el Sr. Larrosa, sí participaba en la producción (especialmente, en las grabaciones en el extranjero). Con el Sr. Osorio, participé como actor en algunas de las telenovelas que hicimos juntos. Si me invitaba al foro o a la locación, la verdad, es que me metía mucho con la dirección de cámaras y de escena; sobre todo cuando había errores o el texto no se decía correctamente (mi querido amigo Gilberto Macín, me alucinaba realmente... ¡por metiche!)

En fin: gracias por sus preguntas y sus comentarios. Nos vemos el 3 de enero... ¿va?