Segundas Partes

Mi querido amigo (y dramaturgo), don ANDRÉS RÍCVOT (que sí es peruano) me pregunta, hablando de animales: "¿Alguna vez introdujiste a este tipo de personajes en tus historias o te interesaría hacerlo?"

Me parece que en Mi Corazón es Tuyo había un perrito que rescataban. Y, en el caso de Una Familia con Suerte el perrito (como los de V. Pimstein) hablaba (bueno, "pensaba" en voz off). 

Sigue, el gran ANDRÉS: "¿se barajaron otras opciones para reemplazar a Edith González en Mujer de Madera, quiénes fueron o quién te hubiese gustado que tomara su lugar si no aceptaba Ana Patricia Rojo."

Sí se barajearon otras candidatas, pero no pudieron. Yo ya había expresado en este espacio que Ana Patricia no me gustaba, no por mala actriz, sino porque no correspondía a la complexión de Edith (se supone que solo iba a cambiar la cara). Y, perdón, querido amigo, pero no me acuerdo cuáles eran las otras candidatas. 

Sigue el SR. RÍCVOT: "¿cuál(es) de tus telenovelas te gustaría escribirle una segunda parte y por qué?"

En mi experiencias, las segundas partes no funcionan bien. Lo viví en carne propia en la telenovela Salud, Dinero y Amor que fue como la copia borrosa de El Premio Mayor. Prefiero hacer un proyecto nuevo: original, diferente, sin temporadas ni continuaciones. 

Gracias por el abrazo y mando otro de regreso hasta el norte del Perú... Y, nos vamos con el gran preguntador VENEZOLANO, VICENTEBLO. Él dice que debería de escribir una serie o telenovela sobre caballos. Je, je. No, me niego. No me gustan... 

Sigue don VICENTE: 

"Eduardo Santamarina interpretó al dueño del rancho en uno de los alargues de Amigas y Rivales. Se llamaba Pepe y su personaje y conquistaba a Jimena (Ludwika Paleta). También entraron Nailea Norvind y Ernesto Laguardia. ¿Cómo fue su ingreso a la historia?"

Se me cae la cara de vergüenza, pero solo me acuerdo de Ernesto Laguardia porque tenía que ver en la telenovela La Frontera del Amor, protagonizada por Güendy Nayeli. Como decía la otra vez, o ya tengo principios de Alzheimer o, de plano, haber escrito 55 mil cuartillas, ya me fundió el sistema. 

Mi tocayo, ALEJANDRO IMPERIAL me comenta: "Hace unos días estaba viendo un video en el que unas actrices de Rebelde (2004) admitían que pocas veces decían sus textos exactamente como venían en el guion y que casi siempre improvisaban. ¿Qué opinas de que los actores hagan eso? ¿Te parece una falta de respeto al trabajo de los guionistas o no te lo tomas personal? ¿Qué tanto ocurría eso en las producciones que escribiste?"

Ocurría con frecuencia, mi querido Alejandro y, en efecto, es una falta de respeto al trabajo, la experiencia y la sapiencia del escritor. Creo que ya mencioné alguna vez lo que decía Carmen Montejo del programa Tres Generaciones: "lo mejor de la serie es la improvisación". (O sea que hubiera sido mejor enviarle a Carmen hojas en blanco en lugar de libretos). Muchas veces, cuando las estrellas se marean al subirse a un papel de china, creen que lo saben todo; que lo importante de la telenovela o serie son ellos, su fama, su belleza e incluso su talento actoral. Pero una telenovela tiene muchas escenas y es difícil escribirla: que tenga balance y suspenso; que tenga continuidad y desarrollo y, a veces, los actores graban una escena y ni siquiera tienen idea de dónde vienen o dónde van o cuál es el contexto.

Obviamente, no lo tomo de forma personal. Hay actores (ya lo he mencionado) que dicen: "¿quién escribió esta mierda?"... 

Mis queridos lectores y lectoras: mando un saludo desde la bella CDMX (ahora muy airosa). ¡Escriban!