¡Escríbanme!
Mi más caro deseo es que a ustedes, lectores, lectoras, queridos (as) les vaya muy bien, cumplan sus anhelos, tropiecen con el amor y se hallen a sí mismos. Claro, que, también es esencial entretenerse o divertirse, para lo cual pueden utilizar el recurso de la lectura. Mi recomendación, para un máximo suspenso y solaz, sería que lean El Visitante, gran texto basado en el arribo de una consciencia alienígena a éste, nuestro solitario y aguerrido planeta.
Chequen aquí, o píquenle Alejandro Pohlenz al site de Amazon en cualquier lugar del mundo.
Aquí está para leerlo en Google Books.
Por cierto, han dicho que se
aproxima un objeto a la Tierra, mismo que no han podido identificar. Se llama 31/Atlas
y viaja a 245,000 mil kilómetros por hora. Proviene de otro sistema solar.
Un astrónomo de Harvard, Avi Loeb, ha sugerido la posibilidad de que el
3I/ATLAS no sea un objeto natural, sino un artefacto extraterrestre o una nave con
tecnológica encubierta. ¿Será El Visitante? Próximamente lo sabremos.
Antes de seguir con la deleznable
política mexicana, sí debo recriminarlos: nadie ha mandado comentario,
sugerencia, regaño, pregunta algunas. ¿Qué pasó? Necesito saber cómo se mueve
el mundo de las telenovelas de Televisa. (Leí que ahora van a hacer un refrito
de Cadenas de amargura. No saben si la producirá El Güero o mi amigo
Juan Osorio). Ya saben lo que opino de los refritos, obviamente.
En la ciudad de México (ahora
afectada por el huracán Priscila en el Pacífico), hubo un mitin, una
especie de informe de la Presidenta en el llamado Zócalo. Para los que no
conocen, es una plancha de cemento gigante (la segunda plaza más grande del
mundo). A usanza del viejo PRI de los años setenta, la señora Presidenta, se
rodeó de una cantidad indefinida de acarreados (el gobierno de la Ciudad indica
que 400 mil, pero han calculado que, en esa plaza, no caben más de 150 mil y
bien apretujados. La mentira ya es muy común). El costo del acarreo (llevar a
gente en camiones, otorgarles una torta y un refresco de premio) va por cuenta
de nosotros, los contribuyentes. La Shamebaum alabó a su mentor-antecesor y no
mencionó los temas apremiantes: el envidiable nivel de vida de algunos funcionarios
del partido en el poder, el contrabando de gasolina perpetrado por altos
funcionarios de la Marina, el tema del cero crecimiento económico o la violencia
por narcotráfico. No, todo es maravilloso en este país de Nunca-Jamás; la
nación más democrática, apunta la Presidenta; el estado que debe un billón de dólares
(es un uno con 12 ceros). ¡Estamos muy bien, porque cada uno de nosotros debe
7,500 dólares!
Como saben, estoy desconectado de
mi ex hogar, Televisa, y no sé qué sucede, a quién le va bien y a quién le va
mal. Tengo dos telenovelas al aire en XEW-TV, pero nadie me considera lo
suficientemente efectivo como para escribir un nuevo culebrón para la empresa.
Quién sabe por qué. Quizá, mi problema, es que nunca hice suficiente networking
y no terminé en buenos términos con mis exjefes.
Dedico mi tiempo a traducir El
visitante al inglés, escribir un relato que tiene como título Colapso
y seguir con La línea infame, que, como saben, me cuesta mucho trabajo,
aunque estoy entercado en terminar.
Me despido con la esperanza de
que me manden uno que otro recadito…
Hola, Alejandro. Perdón por la ausencia. Voy a tratar de comentar más seguido por aquí.
ResponderEliminarEs una lástima que ya no te llamen para escribir telenovelas. Televisa pierde mucho con eso.